Durante el crucero, el barco pasará junto a una formación de alegres pingüinos amarillos, la llamada “marcha de los pingüinos en el río Moldava”, con la que Praga expresa su protesta contra la contaminación ambiental. El encanto especial de estos divertidos pájaros lo aporta la iluminación nocturna interior. La isla de Kampa con sus calles estrechas, canales, portales, edificios modernos e históricos: todo está decorado con imaginación y gran gusto con lámparas auténticas que resaltan elementos espectaculares. Se ve que Praga es la favorita de los checos, y un paseo en barco por su río principal lo confirma.